lunes, 15 de junio de 2009

En esta tarde de invierno me encuentro solo con el silencio agobiante de mi cuarto, mi mente se frustra de pensar que no estás, que no estarás más, que no volverás, mientras mi corazón grita fuertemente tu nombre, y mi cuerpo, que puedo decir de él, desea sentir tu aroma, tu calor, tus labios, tenerte a su lado lo emociona, pero esta ilusión se pierde con el tic-tac del reloj que indica las horas, los minutos, los segundos en que te perdió, en ese instante todo se vuelve oscuro y tenebroso, porque no quiero saber de nada de nadie solo de ti, solo escuchar tu voz me haría bien, pero no es posible, por eso trato de inventarme un cuento de hadas de el cual solo hacemos parte tu yo, en el que todo es perfecto y nunca acaba, sueño noches días contigo , con tu presencia, revivo los maravillosos momentos que pasamos juntos, las sensaciones que me ayudaste a descubrir, todo es tan perfecto hasta que alguien grita mi nombre y de nuevo regreso a mi realidad, a mi triste y desolada realidad, en la cual ya no hago parte de tu vida, esa realidad que me atormenta, la que no me deja vivir, que me muestra realmente como es mi vida, lo duro de ella y duro que será porque no estás….
Pensar que puede ser mejor no sé si sea una buena solución, solo sé que es el consuelo que día a día me repito, para tratar de reponerme de los errores y las causas de mi dolor…

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